El sofá es un mueble con larga historia, que no siempre formó parte del amueblado de cualquier hogar. Desde sus orígenes, allá en el antiguo Imperio Egipcio, estaba restringido a la nobleza.
Tuvo que esperar a finales del siglo XVIII para iniciar su conquista de las salas de estar de hogares más humildes. Sin embargo, a partir de allí, el sofá se ha convertido en el elemento central de la decoración de la estancia que lo cobija.
Cuando entras a un hogar, uno de los elementos que marcan la decoración, definen su estilo y te indican la tendencia general de los gustos del anfitrión, es el sofá. Ese cómodo mueble que te invita a descansar en él.
Por tanto, elegir el sofá adecuado es fundamental, tanto para garantizar que cumpla su función como asiento para el descanso y el compartir, como para que juegue su papel clave en términos decorativos.
En ese sentido, la elección no es sencilla, ya que, hoy en día, existen diversidad de modelos, con infinidad de opciones de tapicería y grandes diferencias en materiales y calidades.
Así que, adquirir el sofá, es una actividad que merece tu atención, especialmente la elección de la empresa que te ofrece el producto. Puede ser una tienda, que obtiene su mercancía de distintos fabricantes o de intermediarios, o puedes adquirir el sofá directamente en la fábrica.
Este último caso tiene ventajas indudables y aquí te presento 3 de esas razones por las que te recomiendo que optes por adquirir tu sofá directo en la fábrica.
1. El precio
La más obvia de estas razones es el precio del sofá. Sin duda, la fábrica está en condiciones de ofrecerte un mejor precio en sus productos, por la sencilla razón de que se están obviando eslabones en la cadena de comercialización.
Como comprenderás, cuando adquieres un sofá en una tienda, que no es fabricante, tuvieron que adquirir sus sofás de una fábrica o, peor aún, de un distribuidor intermediario.
Siendo que, con cada eslabón que se agregue a la cadena, el precio final se incrementa, para cubrir los márgenes de ganancia de cada uno de ellos.
Además de los costos implícitos de almacenamiento y transporte de la mercancía entre la fábrica y la tienda, lo cual es sustancial cuando hablamos de transporte internacional. Por tanto, nada mejor que ir directamente a la fábrica para adquirir tu sofá.
2. Sofás a tu gusto y necesidades
La segunda razón clave, es la posibilidad que te brinda la fábrica de elegir un sofá exactamente a tu gusto y a tus necesidades. Incluido verificar la calidad de los materiales empleados en la elaboración de su estructura y tapizado.
No es poco común que vayas a comprar un sofá y te sea difícil conseguir un modelo que encaje exactamente en los requerimientos según la estancia donde deseas colocarlo.
Lo cual pasa mucho, especialmente, con los sofás estilo chaise longue, esos grandes sofás prolongándose en forma de L, que pueden llegar casi a los 3 metros de largo.
Claro, estamos hablando de fábricas que son, al mismo tiempo, de venta directa al público. Un ejemplo de esto, tal como lo señala el destacado informativo digital valenciano ElEconomico, es la empresa Sofá Center. Esta fábrica y tienda de sofás, ofrece a sus clientes la posibilidad, no solo de escoger entre una gran variedad de modelos, también de seleccionar el tapizado que deseen o personalizar el sofá, sus brazos, o, en el caso de los sofás estilo chaise longue, la posición del mismo.
Además, una fábrica de cierta envergadura, pone a tu disposición una gran variedad de modelos, de diversos estilos, diversidad que se multiplica ante la opción de introducir tus propias modificaciones en el diseño y tipo de materiales.
En la fábrica compruebas directamente la calidad de los materiales utilizados y de la artesanía aplicada para producir la pieza. En muchos casos, la fábrica ofrece o tiene la posibilidad de hacer sofás en medidas poco usuales.
Por otra parte, estas fábricas, normalmente, tienen muchos años de experiencia en el campo de la fabricación de muebles. Por lo que contarás con la mejor orientación para satisfacer tus requerimientos en la escogencia del mejor sofá para ti.
3. Servicio directo
Finalmente, aunque no menos importante, está el tema del servicio, tanto en la selección del sofá de tu preferencia, como el servicio posventa.
Por un lado, recibirás un sofá tal y como lo deseas, y en un tiempo de entrega más rápido, al no depender de intermediarios. Directo desde la fábrica, con el transporte garantizado y el montaje final.
Luego, tienes más garantías en el servicio posventa, ya que estás tratando directamente con quienes construyeron tu sofá. Así que, con seguridad, podrán resolver cualquier problema de fabricación, o detalle que no esté a tu entera satisfacción.
Tal vez puedas pensar que un sofá es un sofá, y, una vez elegido, poco margen debe haber para algún problema. Sin embargo, debes tener en cuenta que en muchos sofás modernos intervienen nuevos elementos tecnológicos.
Nos referimos a posibilidades como asientos reclinables, asientos eléctricos relax, patas regulables, brazos con opciones de almacenaje, cargadores USB, transformadores de corriente y pare de contar.
Así que es muy conveniente contar con una buena atención posventa al cliente y, sin lugar a dudas, nadie te puede resolver mejor, y en menos tiempo, un problema con tu nuevo sofá que la empresa que lo fabricó.
Un plus ecológico y solidario
Cuando compras tu sofá directo en la fábrica, implica una acción local, que reduce los costos energéticos del transporte, lo cual tiene un impacto positivo ecológicamente hablando.
Además, te permite comprobar las condiciones de trabajo en la fábrica, los materiales que emplean y los procesos que siguen.
Todo esto te permite estar consciente de apoyar con tu dinero procesos de fabricación que respeten el ambiente y, adicionalmente, contribuyes con la economía local.
